La lectura no es únicamente la interpretación de signos gráficos es,
además, captar el mensaje, el significado de lo que se escribe, la intención
del autor; es la capacidad de realizar un juicio crítico y emitir un criterio después
de haber leído y generar una idea propia.
Joliber J. (2013), quien es una de las principales investigadoras en
la formación de niños lectores y productores de textos, señala que “aprender a
leer, es aprender a enfrentar e interrogar textos desde el inicio de su etapa
escolar”, evidenciando además que la lectura, como clave para el desarrollo del
hombre, está muy por encima del diálogo y de la enseñanza formal.
En esta etapa, el docente utiliza preguntas como: ¿Qué? ¿Quién es?
¿Cómo son? ¿Por qué? ¿Cuándo?, para de esta manera comprobar si el estudiante
puede expresar con su vocabulario lo que ha leído.
Por tal motivo, se invita a los docentes a apoderarse del proceso
lector de sus estudiantes. Despertemos en los niños el amor por la lectura, porque
es uno de los más valiosos tesoros que le podemos legar, el potencial formativo
de la lectura va más allá del éxito en los estudios.
La lectura propicia cultura, desarrolla el sentido estético, actúa
sobre la formación de la personalidad, es fuente de creación y gozo; es un
vínculo para el aprendizaje, la inteligencia y el mejoramiento de las
relaciones humanas.
Ana C. Palencia R.
CI 9.085.981