jueves, 6 de diciembre de 2012

Ruido como violencia


La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su capítulo IX, sobre los derechos ambientales, dice en su artículo 127: "Toda persona tiene derecho, individual y colectivamente, a disfrutar de un ambiente seguro, sano y orgánicamente equilibrado".
Científicamente se ha comprobado que el ruido, entendiéndose éste como sonido excesivo y molesto, produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera 70 decibeles como el límite superior deseable.
Todo ruido sobre este límite ya es perjudicial para el ser humano. Se dice entonces que existe contaminación acústica, y para el hombre esto provoca déficit auditivo.
El sistema auditivo se resiente ante la exposición prolongada a la fuente de los ruidos y si se continúa produce sordera. Un ruido fuerte puede llegar a perforar el tímpano (órgano interno del oído) o producir efectos psicológicos o fisiopatológicos negativos.
Sin embargo, pareciera que todo esto se ha olvidado y no hay sanción para quienes incurren en esta conducta negativa (depende de la característica personal).
En nuestro diario trajinar por la ciudad oímos cornetas, gritos de los buhoneros o tiendas con parlantes para anunciarse, vendedores de mercancía con su transporte, pitos de policías, música alta en los vehículos particulares, y en los públicos la música suele estar a muchos decibeles; vecinos cuyas fiestas se enriquecen con gritos, risas y música "a todo cañón", vecinos que martillan o ruedan muebles en la noche.
Estamos expuestos a la "voluntad" de otro ser humano. Nadie hace caso a la ley, si una se queja o llama a la policía ya estamos en la lista del exilio social.
Pero hay esperanza, y sin tomar color político, debo decir que hay excepciones. En el municipio Chacao, donde vivo, las ordenanzas se cumplen: la Nº 183/04, sobre ruidos molestos, se refiere a regular las emisiones de ruidos y vibraciones que deben ser ajustadas a niveles admisibles para cada zona del municipio, existiendo la posibilidad de solicitar permiso especial para algún evento que se requiera.
Edilia C. de Borges
Montañista
Hab. Los Palos Grandes
edilia.cdeborges@gmail.com

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